Cómo se construyen las elecciones en Venezuela

Un complejo andamiaje legal e institucional hace posibles los procesos electorales en Venezuela. Que podamos descifrar cada parte de ese andamiaje es el propósito general de este trabajo. Por eso está pensado y escrito con el mayor sentido pedagógico posible. Será útil en la medida que nos ayude a comprender las responsabilidades, las faltas y los excesos de cada actor que participa en esta historia. Habiéndolo comprendido, estaremos en mayor capacidad de exigirles desde nuestra posición de ciudadanos y electores, que de verdad contribuyan a que logremos unas buenas elecciones o buenos referendos. Y, si no lo hacen, que por lo menos sepamos identificar y denunciar cada vez mejor cuáles mandatos incumplieron.

¿Qué ganamos con esto? Contar con elecciones democráticas y auténticas es una base exitosa para la resolución pacífica de conflictos en torno al poder político. En consecuencia, tener buenas elecciones es fundamental para el mantenimiento de la paz y la estabilidad nacionales.

Como veremos a continuación, una elección no es solo el acto de un día de votaciones. A ese punto se llega después de un tránsito por el ejercicio cotidiano de una amplia gama de otros tipos de derechos humanos y libertades fundamentales, como el derecho a registrarnos en un padrón electoral, a participar como candidatos, a recibir información oportuna sobre la oferta electoral, a expresarnos libremente, a movilizarnos… una obstrucción de estas garantías incide directamente sobre la calidad y la evaluación posterior de una elección.

Lo señalado anteriormente nos remite a tres cuestiones que resultan fundamentales: